Mi lista
Un montón de cosas que quiero o tengo que hacer, que quiero que pasen, que me esfuerzo porque pasen, que abandono, que retomo y luego vuelvo a abandonar. Lo normal, vaya.
Como prometí, dejo mi lista de objetivos actuales, que poco o nada tienen que ver con el inicio de año. Algunos son muy sencillos y todos muy obvios y realistas, cosas que me gustaría que fueran rutinas en mi día a día porque realmente creo que mejoran la calidad de vida de todo. Aunque, lógicamente, la mayor parte de ellas me cuestan, el posible resultado hace que merezcan totalmente la pena. Son muchos, insisto, así que nadie se me enfade ni se me agobie, ni se me nada. Yo soy muy de “una cosa a la vez” y lo mantengo, pero esa cosa no tiene que ser siempre la misma. Así que yo los dejo, me los recuerdo de vez en cuando y, oye, un poco es más que nada.
Beber más agua.
Bebo tan poca que no me he puesto un mínimo. Sé que lo ideal son 2 litros al día, pero yo ahora me conformo con tener siempre a mano un vaso de agua o una botella en el coche y, así, poco a poco. (Tema aparte es lo importante de tener un buen filtro para la misma…)
Deporte, nutrición y descanso.
Debería ser el primer punto, pero he querido no tenerlos ordenados porque a estas alturas casi cualquier cosa me puede parecer intimidante. Estos 3 puntos son un pilar básico para todo y merecen información extra. Desde que estoy tan concienciada con ello y, además, me interesa tantísimo el tema, estoy descubriendo cosas (algunas seguramente muy obvias), como que no vale “cualquier” tipo de deporte, que fuerza y cardio son la clave para lo que yo necesito, que lo que yo creo que es sano tal vez no lo sea, que no todo lo podemos comer a cualquier hora del día, que hay alimentos que ayudan a descansar, que hay una cosa que se llama ritmos circadianos, que cenar pronto es básico, que si no descansas el resto no funciona… En serio, me está apasionando este mundo y estoy descubriendo gente muy, muy interesante dentro del mismo. Un día os cuento.
Dejar el móvil 1 h antes de irme a la cama y leer.
Esta es una de las cosas que os decía en el anterior post que me parecen fáciles: no perder el tiempo. Porque yo, a partir de una hora, es lo que hago, y si no tengo sueño, invierto ese tiempo en algo mucho mejor que tener la pantalla y todos sus estímulos y luces cerca. Para mí, eso no debe suponerme un esfuerzo extremo, la verdad.
No cenar más tarde de las 20.30 (entre semana).
En relación con los puntos 2 y 3, he aprendido lo importante que es cenar pronto, idealmente cuando aún hay luz. Pero entiendo que, a veces, es complicado, y hay que cogerle el gusto y la rutina a esto. Yo lo tengo un poco más fácil con una niña pequeña, porque he empezado a cenar con ella a las 7 y pico aproximadamente. Compartir ese momento tiene grandes beneficios para mí en otros campos y, por supuesto, en este. Ella está encantada y yo también. Dicho esto, si luego tengo algo de hambre (cosa que pretendo trabajar y eliminar gracias a mi supernutricionista), me tomo algo muy ligero, como un plátano (que, por cierto, tiene melatonina) y lista hasta la mañana siguiente. Creo que la necesidad de cenar tarde viendo una serie es más algo cultural que otra cosa, pero entiendo que puede ser complicado cambiarlo. Sin embargo, es de esas cosas que tienen efectos positivos muy rápido, por lo que enseguida te haces a ello.
Cuando estoy con la niña no tocar el móvil salvo que sea una necesidad profesional.
Otra cosa que me parece fundamental, probablemente esté en mi top 3. Si no queremos que ellos quieran pantallas, no podemos estar con pantallas. A veces me resulta complicado porque yo trabajo mucho con el móvil, pero cuando tengo que concentrarme en leer un correo o, entre semana, que lógicamente tengo cosas que hacer por la tarde, se lo explico: "Mi amor, voy a estar un rato con el móvil contestando unos correos." Que sepa que es trabajo. Lo de que me esté hablando y estar mirando la pantalla del móvil sin que sea nada importante es algo que no puedo soportar. Esa imagen me mata, y aunque lo habré hecho millones de veces, me enorgullezco de haberlo reducido al 90%, pero en esto quiero llegar al 100%.
Ordenar las fotos del móvil:
Este punto me encanta. Una vez decidí meter mis fotos en la nube, cosa que me daba terror, vino el segundo punto: el del orden. La técnica que sigo la leí en una revista hace un par de años, no recuerdo cuál. Yo empecé el año pasado, pero no lo cumplí demasiado, tal vez al 30%. Se trata de, cada día, dedicar 10 minutos a buscar en el móvil todas las fotos de ese mismo día de años atrás y hacer con ellas lo que consideres. En mi caso, o bien las borro, o bien las meto en alguna de las carpetas fijas que me he creado (tipo: primer año de Olivia, viajes, detalles de mesas de bodas, pantallazos de productos que me parecen interesantes…). Con la intención de tener todo clasificado para cuando quieras buscar algo, crear un álbum de fotos impreso o simplemente no sentir que el móvil está lleno de fotos que no quieres para nada. Estamos en enero y no lo estoy cumpliendo a diario, pero cuando voy a coger un día y, casualmente, lo tenía hecho del año anterior, me da subidón. Sí que pretendo hacerlo bien este año, y cuando acabe el mes, repasaré todos los días que me faltan. Pero es importante hacerlo; si no cada día, cada dos o tres. Si tu plan es hacerlo una vez al mes, lo vas a hacer regular, sin ganas y sin crear las carpetas que realmente quieres tener. Si lo consigues en 3 años, pues una cosa menos. ¿Qué te parece un coñazo pensar en tenerlo en 3 años? Probablemente lleves más del doble pensando que tienes que hacer algo con tu galería del móvil…
Unificar contraseñas:
Seguramente uno de los que más pereza me da… Pero lo necesito. No sé cuántas veces al mes digo, cuando leo “crear contraseña”: "Esta sí, de esta no me olvido, es perfecta…". Mi plan es tener unas pocas con distintas combinaciones, utilizando todo lo que pueden pedirte (mayúsculas, minúsculas, números, símbolos, caracteres mínimos…). Porque algo que hago mucho es crearlas con lo que me piden y luego no sé si me pedían 8 cosas o 40.
Hacer limpieza de ordenador/móvil:
Tanto de carpetas, aplicaciones, suscripciones, mails que recibo que ni sabía que estaba apuntada, ordenar determinados mails en carpetas… E incluso crear carpetas con las newsletter que me encanta recibir. Sí, también da mucha pereza, porque al final cuesta ver lo muchísimo que libera la mente algo así, pero sé que merece la pena. ¿Cuándo? Pues sin obsesionarme, en esos momentos tontos en los que voy a perder el tiempo con cosas como jugar a un juego del móvil. Si una semana he sacado dos ratos de 10 minutos, créeme, se nota. No es un objetivo que tenga planificado en mi día a día como una tarea más, lo tengo en mente para cuando sé que tengo un pelín de tiempo.
Organizar bien mis finanzas, plan de pensiones etc.
Esto parece una tontería, pero se me escapa un poco y quiero aprender sobre ello. Hace un par de años empecé a seguir a Natalia De Santiago, tengo su primer libro y ha sacado otro hace poco. Me parece básico, repito, básico, saber cómo mover nuestro dinero. Cuanto gastamos en el súper, tener una previsión de gastos fijos, variables y colchones para sustos. Planear en la medida de lo posible tu futuro. Todo ese tipo de cosas. No es que quiera hacerme una experta en ello, pero sí que necesito aprender.
Hacer un curso de empaquetar regalos.
Este me hace mucha gracia, pero es que envuelvo fatal. Horrible, espantoso. Cada año, después de Navidad, digo que voy a aprender y siempre lo dejo a un lado. Tengo que buscar un curso, que seguro que hay, y apuntarme una tarde tonta que tenga por ahí.
Desarrollar 2 nuevos proyectos en P Mafalda.
Tener una empresa es difícil. Es fácil sentir que te pierdes muchas cosas, y no porque en el otro lado no te las pierdas, pero de alguna forma, la responsabilidad que conlleva hace que dudes mucho si lo estás haciendo bien. Desde que empezamos en 2014, hemos evolucionado mucho y en muchos sentidos. Ahora somos muchas cosas, no siempre por gusto, en ocasiones porque no había otra opción, pero estamos contentas y creciendo. Siempre hay cosas sobre la mesa y, concretamente, dos de ellas, una grande y otra un poco menos, me he propuesto que terminen de hornearse este año.
Hacer (más) limpieza de armario.
Este me encanta. Hace ya un par de años que soy consciente de que tengo ropa que no uso y acumulo ropa antigua porque está en perfectas condiciones, pero realmente ya no me queda bien, no me favorece o la he usado demasiado. Para mí ha sido un gran descubrimiento Hibuymarket. Es una plataforma para vender tu ropa en la que se encargan literalmente de todo. Tú envías tus cajas, ellos hacen fotos, lo suben, lo envían, responden a las dudas, etc. Lógicamente, el beneficio es menor que si lo haces tú directamente a través de otras plataformas, pero yo soy muy honesta conmigo misma y, además de que sé que es algo que no me voy a poner a hacer, valoro muchísimo el tiempo que tengo para las cosas. Porque, como veis, tengo muchas cosas en mente siempre. Desde hace un año he enviado bastantes cajas y cada cierto tiempo preparo una nueva. En serio, ¡magia!
Tener la casa super organizada.
Con esto llevo mucho tiempo pero es que el otro día leí una cosa que me dejó loca. Se tarda 3 años en tener tu casa “bien”, a tu gusto, “perfecta”. Voy a leer más sobre ello y un día lo “comentamos”, porque me parece interesantísimo.
Aprender más sobre suplementación y aplicarla a mi día a día. Descubrir realmente las cosas que me ayudan a cuidarme.
¡Aiiiii, qué melón, qué melón! Me encanta, me chifla y me apasiona. Estoy absolutamente enganchada al podcast de Isabel Díaz Viña, y a ella vamos. Es un absoluto amor, aprendes una barbaridad. Sus suplementos me parecen la pera una vez que, con algo de conocimiento, me he puesto a comparar y, en definitiva, yo a todo lo que sea ayudar a nuestro cuerpo y cabecita a vivir mejor, me apunto. El tema es estar bien guiada y saber en cada momento qué necesitas.
Quedar más con mis amigas o hablar más con ellas.
No pienso dejar que este objetivo se quede atrás. Es complicado por todo: porque vives en distintas ciudades, porque, incluso viviendo en la misma, si hablamos de Madrid, es un milagro si tardas menos de media hora para llegar a un punto común, porque hay niños, trabajos asfixiantes, familia, otros amigos, necesidad de gimnasio o no hacer nada… Y a veces cubrimos todo ello con pequeños mensajes de WhatsApp que, sinceramente, no suplen nada.
*****
Tenía alguno más, pero he preferido dejarlo en estos, que para mí ahora mismo son los más importantes o los que más me apetecen. Sin ánimo de ser pesada, me repito: ¿Los cumplo todos? No. ¿Estoy pensando todo el rato en ellos? Tampoco. ¿Me apetece que tengan su espacio mayor o menor en mi vida? Sí. Y con esto me vale para tenerlos en cuenta. Cenar pronto me parece fácil, dejar el móvil también, beber más agua, más de lo mismo… Otros requieren más tiempo, más esfuerzo, más ganas o más motivación. A cada uno lo suyo. Habrá quien no entienda cómo es que no me da subidón absoluto ir al gimnasio 3 días a la semana, hacer dos piscina y lavarme luego el pelo allí… Pues mira, solo de pensarlo me agoto, pero es lo que hay.
También quería decirte, o decirme, que entiendo que muchas personas pasen de todo esto, y a mi me encantaría ser capaz de sentirme “bien” sin fijar ciertas rutinas que son buenas para mi cabeza, pero realmente I need this. También me gustaría que el gluten me sentase bien o que las oreo fueran más sanas que una manzana.
Cada uno a lo suyo y con lo suyo.
Pasito a pasito.
Una cosa a la vez.
La semana que viene vendré con una publicación diferente.. que llevo unas primeras de una intensidad que me agoto de mi misma :)
Me encantó. Desde que comencé a cenar más temprano e incorporar más probióticos a mi dieta me siento mucho mejor.
Soy mamá y en mis treinta también. Que lindo encontrar gente similar en Substack. Emocionada por seguir leyéndote. 🥰
Tremendos objetivos te has propuesto!!! Eres realmente ambiciosa...te deseo lo mejor!